Comer, como es bien sabido, contribuye no sólo a satisfacer el paladar y el gusto, sino también al bienestar físico y psicológico
Varios estudios han informado de que hay ciertos alimentos que pueden favorecer y aumentar el mal humor. También se habla de repentinos cambios de humor que son objetivamente perjudiciales para la salud general.
Las personas que sufren depresión o son propensas a estados de ánimo negativos, tristeza, ansiedad, pueden encontrar en la comida una forma de consuelo, aunque en absoluto beneficiosa. De hecho, se tiende a aumentar las cantidades y a descuidar la calidad de los alimentos consumidos.
La recomendación general es seguir siempre una dieta sana y variada, adecuada al estilo de vida de cada uno. También es importante tener en cuenta qué alimentos son buenos para el estado de ánimo, evitando especialmente los refinados y ricos en grasas, así como los fritos y el exceso de azúcar, cafeína y bebidas alcohólicas que pueden favorecer los cambios bruscos de humor.
Mal humor: alimentos que debes evitar
- Café.
- Alcohol.
- Alimentos que contienen glutamina y, por tanto, glutamato.
- Alimentos que contienen tiramina, es decir, embutidos, carne roja, carne procesada, salsa de soja.
- Alimentos ricos en colesterol y grasas saturadas.
- Exceso de azúcar y carbohidratos.
Dieta y mal humor
La primera categoría de alimentos que, quizá sorprendentemente, exacerban los cambios de humor y promueven, tras un momento inicial de excitación, estados depresivos y negativos, son los azúcares. De hecho, un pequeño trozo de chocolate negro es beneficioso y aumenta las endorfinas, pero exagerar con los alimentos envasados, los dulces ricos en azúcar refinado como los snacks y los pasteles industriales, podría provocar el efecto contrario.
Hay que tener en cuenta los picos glucémicos y las oscilaciones del nivel de glucosa en sangre, que favorecerían el mal humor e incluso la depresión. Del mismo modo, también deben tenerse en cuenta los alimentos que contienen tiramina, una amina derivada del aminoácido tirosina, presente en embutidos y carnes rojas.
Una ingesta elevada de glutamato (otro aminoácido que actúa como neurotransmisor excitador, además de ser un aditivo alimentario utilizado como potenciador del sabor que se encuentra, por ejemplo, en salsas y pastillas de caldo para cocinar) también puede provocar alteraciones y deterioro del estado de ánimo.
Alimentos que mejoran el estado de ánimo
Hay alimentos que, a diferencia de los enumerados hasta ahora, ayudan a frenar las fases de bajón y favorecen el buen humor. Lo son:
- Plátanos: su contenido en vitaminas del grupo B, minerales (especialmente potasio), probióticos y triptófano ayudan a aliviar el estrés.
- Chocolate negro: contiene prebióticos, antioxidantes y triptófano, y estimula la liberación de hormonas relacionadas con las emociones (endorfinas, feniletilamina, serotonina). antidepresivo natural.
- Lentejas: contienen ácido fólico y magnesio, y ácido gamma-aminobutírico (que reduce la ansiedad).
- Arándanos: ricos en antioxidantes y vitaminas.
- Nueces: contienen vitamina E, folato, magnesio, melatonina y omega 3), reducen la tensión emocional y son neuroprotectores naturales.
- Boniatos: aumentan los niveles de dehidroepiandrosterona y serotonina, las hormonas del buen humor.
- Tomates: vitaminas, fósforo y potasio, van acompañados de licopeno, un verdadero antidepresivo.
- Espinacas: vitamina C y magnesio, favorecen la producción de serotonina y dopamina, las hormonas del buen humor.
- El yogur es rico en probióticos que estimulan la producción de hormonas positivas.
Dieta ideal
- Dieta normocalórica controlada por un especialista.
- Consumo moderado de cafeína.
- Sin alcohol.
- Limitar al máximo la cantidad de alimentos que contengan histamina, glutamina y tiramina.
- Correctamente dividido en macronutrientes.
- Rico en ácidos grasos esenciales omega-3.
- Consumo de verduras, legumbres, frutos secos, yogur, aceite de oliva.
- Dieta baja en colesterol y grasas saturadas.
- Actividad física con regularidad.
La dieta ideal sigue siendo la mediterránea, que incluye el consumo regular de verduras, frutos secos, aceite de oliva virgen extra, pescado, legumbres y alimentos ricos en antioxidantes. Favorece los alimentos que contengan buenas cantidades de omega 3. Debes limitarte el consumo de dulces, así como el de aperitivos envasados y bebidas gaseosas.
Dieta y depresión: correlaciones
Por lo tanto, existe una correlación entre la dieta y el mal humor, pero también con los estados depresivos.
En primer lugar, las dietas hipocalóricas son un importante factor de riesgo para la aparición de la depresión, sobre todo después de tomar fármacos anorexígenos; esto tiene efectos negativos sobre las emociones y el comportamiento.
El consumo excesivo de café y alcohol en la dieta, además, puede tener un efecto negativo en la depresión, ya que es propenso al abuso. El café, hay que subrayarlo, tiene una acción psicoestimulante y sus repercusiones sobre el sistema nervioso (por tanto, sobre la depresión) son evidentes.
El consumo de café no está prohibido, pero no se debe exceder de 2-3 tazas al día, y nunca en las horas de la noche. Asimismo, debido a la nerviosidad, no deben consumirse cantidades excesivas de bebidas alcohólicas, ya que su acción desinhibidora tiene un efecto negativo sobre el estado emocional de la persona deprimida.