Como mantenerte sano mientras viajas
Si hay una pasión que tenemos más allá de cocinar y comer, es viajar. Ya sea para unas vacaciones tropicales o para una escapada rápida de fin de semana, siempre estamos deseando hacer las maletas e ir a algún sitio. Nos encanta explorar nuevas zonas, ver los lugares de interés y conocer culturas diferentes.
¿La desventaja de todas esas millas de viajero frecuente? Es más difícil mantener hábitos saludables. Los horarios se alteran, la comida es abundante y la motivación para salir a la calle no es siempre la misma. Con la temporada de viajes de verano en pleno apogeo, queríamos compartir nuestros consejos para mantenerte saludable mientras viajas.
Prepara tus propios bocadillos
Irónicamente para alguien que viaja tanto y no le gusta subirse a un avión para hacerlo.
Además de la claustrofobia y el miedo a volar, cada vez tienen menos paciencia para lidiar con las escalas, los retrasos en los vuelos y la costosa comida del aeropuerto. Te niegas a gastar 10 euros en un sándwich de verduras y humus o 6 euros en una taza de fruta fresca en miniatura. No, gracias.
Así que prepara tus tentempiés con antelación. Sí, requiere un poco de planificación, pero la recompensa merece la pena. No sólo te sientes bien cuando aterrizas, sino que también te reconforta saber que no estas gastando un ojo de la cara en comidas insípidas en el aeropuerto.
Para los tentempiés, puedes basarte en barritas energéticas y las bolsitas de mezcla de frutos secos. Suele ser una mezcla de anacardos tostados, almendras, arándanos secos o pasas y tiras de coco seco.
Si tienes que coger un vuelo temprano por la mañana, prepara una receta de avena para la noche en un tarro de cristal para desayunar.
Para los tentempiés, prepara barritas de granola de triple chocolate, bolas de trufa de chocolate y mantequilla de cacahuete o racimos de nueces.
La clave es que sean fáciles, portátiles y, sobre todo, que no huelan mal. ¡Tus compañeros de viaje te lo agradecerán de antemano!
Explora la en la zona que te alojas a pie
Después de dejar las maletas, sal a correr o a caminar para explorar y mira los escaparates donde quieres cenar o tomar algo esa noche.
Para nosotros, es la mejor manera de aclimatarnos, especialmente si acabo de estar en un avión durante un largo periodo de tiempo. También es la forma más rápida de hacerte una idea de la zona y buscar destinos fuera de lo común.
Sobre hidrátate
En vacaciones, seguramente tiendes a beber un poco más de lo que normalmente harías en casa. Ya sea un bloody mary en el brunch, cervezas frías en la playa, o la hora feliz seguida de cócteles en la cena, no te limites. Al fin y al cabo, estas de vacaciones. Sin embargo, sabemos que el alcohol combinado con el vuelo y el sol probablemente significa que estás más susceptible de deshidratarte. Por lo tanto, haz un esfuerzo consciente para beber más agua.
Para mantenerte responsable, lleva una botella de agua de litro y desafíate a terminar al menos 2 o 3 por día. Para mantener las cosas divertidas, trata de añadir algunas rodajas de fruta o prueba estas gotas de agua a base de stevia.
Practica la relajación
Nos encanta una buena clase de ejercicio, especialmente un estilo que no puedes conseguir en casa. Creemos que es una forma tan divertida de darte un capricho, relajarte para conocer sitios y hacer un gran entrenamiento en tu propio bienestar al mismo tiempo.
Sé consciente de la alimentación
Croissants en París, helado en Italia, tapas en Barcelona. Comerás libremente todo lo anterior sin arrepentirte ni sentirte culpable. Al fin y al cabo, son tus vacaciones y te tomas muy en serio tus elecciones alimentarias.
Aunque no digas que no a ninguno de los platos favoritos locales, esto también significa que eres más consciente de los lugares en los que no te importa, como el desayuno continental del hotel o un bocado rápido en un restaurante mediocre.
Ya hemos dicho muchas veces que no cuentes las calorías, pero para mantener tu peso feliz come lo que te apetece y cuando te apetece. Si no va a ser memorable, elige la opción más saludable. Luego, cuando pidas algo indulgente más tarde, no te sientas culpable de la decisión.
Continúa respetando tu saciedad (y las señales de hambre)
Cuando salgas a disfrutar de una buena cena, lo último que querrás es estar tan incómodamente lleno que no estés disfrutando plenamente del momento. Por eso, respeta tus niveles de saciedad aún más cuando estas de vacaciones.
Toma algo de fibra
Esta es una de esas cosas que TODOS sabemos que son ciertas, pero de las que nadie quiere hablar. Viajar puede ser un dolor en el trasero para tu sistema gastrointestinal, especialmente junto con el jetlag y la falta de sueño. Además de beber una tonelada de agua (especialmente los primeros días de vacaciones), también debes asegurarte de cargarte de fibra para que todo siga funcionando bien. La fruta fresca, la fruta seca y las verduras son las opciones favoritas.
Descárgate unos cuantos podcasts de yoga antes de salir
Esto es más por la conciencia que por la forma física. Aprovecha el entorno y vete a la playa, a un parque o a una terraza para hacer una sesión de yoga en solitario por la mañana.
Haz un viaje a la tienda de comestibles
Si estas en un viaje rápido de fin de semana, la mayor parte de las comidas las haré fuera. Sin embargo, cuando te quedas en algún lugar por más de unos días, aprovecha las tiendas de comestibles locales (te pasaras horas explorando nuevas tiendas de comestibles) y abastece de algunos artículos para facilitar la alimentación saludable: fruta fresca (por lo general, gastaras un poco más y compraras fruta precortada para simplificar), platos de acompañamiento y ensaladas envasados para llevar, paquetes de arroz integral para microondas, frijoles enlatados y paquetes de verduras para microondas. Incluso si estas en una habitación de hotel, puedes utilizar estos ingredientes para preparar comidas y aperitivos fáciles.
Mantén la gratitud
Viajar también es una oportunidad para salir de tu zona de confort y experimentar cosas nuevas y emocionantes. ¡Aprovéchalo! Dedica 5 minutos por la noche para hacer una lista de tres cosas por las que estas agradecida ese día. Es una forma estupenda de recordarte lo afortunada que eres por estar en un lugar nuevo, sobre todo si las cosas no salieron como las habías planeado (lo cual sucede con frecuencia).
Mantenerte sano mientras viajas es algo más que estar en forma y alimentarte, la salud mental también es importante.