El Dr. José Luis Elósegui, cirujano general y digestivo de Policlínica Gipuzkoa, afirma que todas las personas nacen con arterias y venas en el canal anal, que cuando se dilatan derivan en hemorroides, y que su prevención comienza desde casa, si bien es importante una valoración de un especialista para descartar otras patologías
Para su prevención, el cirujano de Policlínica Gipuzkoa sugiere «regular el ritmo intestinal de modo que no tengamos que hacer tantos esfuerzos a la hora de defecar». Además, se deben evitar hábitos diarios como «permanecer en la taza del váter mientras hojeamos una revista, así como ingerir comidas picantes o abusar del café», indica.
Desde el punto de vista del tratamiento, el Dr. Elósegui menciona los buenos resultados de la esclerosis y de las ligaduras hemorroidales elásticas, destacando como última opción la cirugía de hemorroides.
Las hemorroides, a menudo vistas como un incordio por quienes las padecen, son en realidad estructuras naturales y fisiológicas presentes en el canal anal desde el nacimiento, que cuando se dilatan producen molestia y picor en quienes las padecen. Según el Dr. José Luis Elósegui, cirujano general y digestivo de Policlínica Gipuzkoa, estas «son unos acúmulos de vasos, de arterias y venas, que almohadillan el canal anal».
«Fundamentalmente, la causa principal de que aumenten las hemorroides suele ser el estreñimiento y los esfuerzos defecatorios», menciona el Dr. Elósegui. Curiosamente, «la diarrea también favorece su aparición», añade. El especialista también menciona otros factores como «permanecer mucho tiempo de pie o sentado, el último trimestre del embarazo y sobre todo la falta de higiene a nivel local y en la alimentación».
Los síntomas principales que generan las hemorroides incluyen «el picor, prurito o picazón en el ano, la sensación de prolapso (cuando parte del recto, que es la sección inferior del intestino grueso, se desliza hacia el ano) y el sangrado», explica el Dr. Elósegui. «Si las descuidamos por completo, estas pueden generar crisis agudas de inflamación», advierte el cirujano de Policlínica Gipuzkoa. En estos casos, «se añade un síntoma poco frecuente, que es el dolor», matiza.
«La prevención pivota principalmente en evitar todos aquellos factores que provocan su aparición», sugiere el Dr. Elósegui. Para ello, es fundamental «regular el ritmo intestinal de modo que no tengamos que hacer tantos esfuerzos a la hora de defecar». Además, se deben evitar hábitos diarios como «permanecer en la taza del váter mientras hojeamos una revista, así como ingerir comidas picantes o abusar del café», indica.
Primer tratamiento, desde casa
El primer tratamiento «debe partir desde casa», señala el Dr. Elósegui. «Los síntomas hemorroidales no indican una necesidad de atención urgente ni por el médico de cabecera ni del especialista». Por ello, el cirujano de Policlínica Gipuzkoa sugiere realizar «baños de asiento con agua templada o caliente» y ajustar la dieta. También se pueden utilizar «preparados antihemorroidales, que sobre todo se basan en antiinflamatorios, venotónicos, y analgésicos».
Antes de recurrir a la cirugía, existen varias medidas instrumentales que permiten corregir las hemorroides: «Las más extendidas son la esclerosis, que consiste en inyectar una sustancia esclerosante para reducir el tamaño de la hemorroide, y las ligaduras hemorroidales elásticas», que cortan el suministro de sangre a la hemorroide para que se caiga en unos pocos días.
Estos tratamientos «no tienen prácticamente efectos adversos», asegura el cirujano. «El principal podría ser el dolor, pero en todo caso es posible realizar varias sesiones para una mayor comodidad del paciente», subraya.
Sin embargo, el Dr. Elósegui, invita a cualquier paciente que no estén seguros de su diagnóstico, ya que «las hemorroides se asientan en un sitio anatómico que no es fácil la valoración personal», a acudir a un especialista, que «le aclarará el diagnóstico y planteará una serie de medidas para corregirlas», indica.
Si bien las hemorroides pueden causar molestias significativas en quienes las padecen, es importante comprender que son una parte normal del cuerpo humano. Con una combinación de prevención, cuidados en el hogar y tratamiento médico adecuado, se puede corregir esta condición con eficacia y mejorar la calidad de vida de quienes la sufren.
Sobre Quirónsalud
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Fuente Comunicae